El exceso de calor puede dañar tanto extensiones como pelucas, especialmente si son de cabello natural. Siempre que sea posible, deja que se sequen al aire libre, sobre una toalla o soporte adecuado. Si necesitas usar secador, aplica previamente un protector térmico y elige aire tibio, nunca caliente. Así conservarás la suavidad, el brillo y la forma del cabello por mucho más tiempo.